Una marca duradera, una carrera llena de excelencia
Creemos que buscar la excelencia es una carrera demasiado dura, fatigante. Todo está contemplado, todo está inventado.
¿Sabemos incluso que es la propia excelencia? Es perfección, es detalle, exactitud, es imitar a los grandes…
El mar tiene excelencia, pero no es perfecto.
Os voy a hablar un poco de cuando yo empecé con mi identidad, mi proyecto, Ideas2Earth. Creo que todo vino tras explorar en puestos, periodos de prácticas, proyectos externos y mil aventuras y etapas más por las que pasé antes de llegar donde estoy ahora.
Buscaba encajar, llegar a ese estándar que tanto la sociedad como mi propio sector me exigían, pero me cansé, y mucho. No solo eso, mi día a día iba de medirme con el resto, de lo que hacían los demás y conseguir superar sus metas. ERROR.
Entendible por tanto acoso y focos de información, pero evitable.
Buscaba encajar, llegar a ese estándar que tanto la sociedad como mi propio sector me exigían
Había algo que me estaba perdiendo: encontrar mi máximo potencial, no iba de medirme con los demás, sino de escucharme, ir ampliando mis capacidades y usarme como mi propia vara de medir. Necesitaba buscar qué podía aportar como marca, el porqué quería hacer las cosas como yo quería hacerlas.
Tanta comparación minó mi confianza, siempre sentía que no era suficiente que no llegaba nunca al nivel ni al ritmo. A día de hoy es tan duro teniendo tantos medios a nuestro alcance, donde ver, juzgar, restregarnos que hace el resto
Pero el trayecto o camino hacia nuestro éxito personal, el de nuestra idea, el que nos lleva a la satisfacción real y hacia la excelencia, es un camino individual y único. Es una vía que tomamos y que fácilmente transmitimos y exteriorizamos. Se nota cuando amamos lo que hacemos y se nota mucho.
Se nota cuando amamos lo que hacemos y se nota mucho.
El trayecto o camino hacia nuestro éxito personal, el de nuestra idea, el que nos lleva a la satisfacción real y hacia la excelencia, es un camino individual y único.
Seguridad, confianza, valentía. Ese proyecto que te insufla vida y te hace despegarte de las sábanas por la mañana. La perfección es nuestro mejor referente, es algo que debemos buscar como motivación, pero la absoluta, nunca la vamos a alcanzar.
Y ahora es cuando te habré confundido y te preguntarás que si es inalcanzable porque has de tenerla como referente. Hemos de buscar llegar a ella, que nos acompañe ese ímpetu de manera constante, siguiendo nuestro propósito lo mejor que podamos y sepamos. Y es que, si a modo utópico alcanzáramos la perfección de manera instantánea surgiría otra vía por la que podríamos reinventarnos y mejorar en otros aspectos, de ahí que la denomine inalcanzable.
Digámoslo de otro modo, más que una carrera sin fondo y sin meta, es una carrera circular en la que los obstáculos van variando, en la que el paisaje cada vez mejora, aparecen personas que nos impulsan y acompañan, sucesos que marcan nuestra memoria, pero es una carrera en la que nunca has de parar o dejar de avanzar.
Una carrera circular en la que los obstáculos van variando, en la que el paisaje cada vez mejora, aparecen personas que nos impulsan y acompañan
De pequeños no nos importa correr sin rumbo. Somos libre y dejamos que nuestra curiosidad y ganas de comernos el mundo nos impulsen.
Y ahora quiero dar la bienvenida a alguien especial: Hola Excelencia.
La excelencia promueve una búsqueda constante de nuestro máximo potencial, una picardía por querer hacer las cosas no con demasiada exigencia o sobre esfuerzo, sino simple y llanamente dando, con gran voluntad, lo mejor de nosotros mismos en todo momento.
Hablaremos de ella en el próximo artículo donde lo aplicaremos al campo de la creación de una marca.
Os propongo, que esta semana trabajéis mucho en las metas que queréis cumplir a corto y a largo plazo, a que visionéis y soñéis despiertos un poco, sin imposibles, sin barreras.
2 de Agosto
Próximo artículo:
LA EXCELENCIA COMO MOTOR PROPULSOR
