Abrazar la rareza, destapar la excepcionalidad
Nadamos a diario en un mar lleno de peces, con los que nos chocamos, intentamos seguir el ritmo… pero cansa. Y nos hace sentirnos vacíos.
Supongo que muchas veces te habrás encontrado mirando al techo esperando a que el momento eureka llegue a ti como a Edison se le encendió la bombilla pero, os voy a decir algo, no va a pasar así como así.
Lo que sí os voy a compartir es una reflexión que he tenido a base de observar con el tiempo el cómo han evolucionado los medios, cómo la sociedad genera ideas y conceptos; como la lucha por innovar es cada día más una carrera casi mortal. Pero a parte de la saturación, tema del que hablaré la próxima semana, me dije: ¿qué tienen en común esas ideas brillantes? Pues la clave está en su PUNTO DE RAREZA.
Queridos lectores, las buenas ideas son raras, no pueden ser comparadas. Tienen esa excepcionalidad. Para alcanzar la excelencia has de aferrarte a lo único, a lo desafiante y has de primero, enamorarte de tu propio concepto hasta la médula. Porque amigos también os va a hacer falta mucha tenacidad, confianza y valentía. Defender vuestra idea sin decaer, sin mirar que hacen otros mejor o peor, sino de manera iterativa, ir afianzando y puliendo vuestra propuesta. Guiarse más por cómo reacciona vuestro público, si el mensaje está llegando bien, si de hecho, atraéis a ese nicho que vosotros buscabais atraer.
Esto va de abrazar la rareza de tu idea, de convertirla en excepcional
Lo primero, qué entendemos como raro, algo malo, algo bueno, positivo, negativo. Sinceramente siempre me he aferrado, y supongo que será por mis estudios en ingeniería, a las clases tremendamente aburridas de Estadística. Y te estarás preguntando qué tiene que ver.
Tampoco te quiero aburrir, así que te resumo la teoría de nuestro amigo Gauss. Un queridísimo aporte para mí al ámbito filosófico más que matemático. En su teoría de la campana de Gauss, consideraremos lo NORMAL, a aquello que está dentro de una norma, es decir, dentro de una probabilidad que cae dentro de unos límites, y lo raro se sale fuera de los mismos que ya preestablecidos. Pero es eso, relativo. Porque, ¿dónde empiezan esos límites? ¿Y por qué los observamos por lo que entra dentro y no por lo que justo se sale por fuera? Think out-of-the-box.
Por ende, lo raro no es que sea malo, sino menos común, menos esperado, menos conocido, pero no implícitamente negativo.
Hablemos y apliquemos esto a tu marca. No sé si os habéis dado cuenta, y sino ya os lo confirmo, vivimos en un mundo muy saturado en lo que a oferta de marcas se refiere. Da igual que me hables de refrescos, de ropa sostenible, joyería... ya ni siquiera hace falta una tienda física (con sus ventajas e inconvenientes).
Pero entonces, y es aquí una pregunta que he debatido mil veces con otros profesionales y con clientes, si no hay prepuesto para Marketing, o no tienes idea de mover tanto redes sociales a los niveles que se requiere a día de hoy, o de pegarte contra el famoso algoritmo.
Qué hago, ¿me sumerjo en esa masa gris homogénea, ese mar lleno de peces?, o me salgo de esa norma y hago que ellos no se puedan comparar conmigo. No hace falta que te responda.
Quiero que seas la oveja negra y si te puedes poner un chaleco reflectante mejor, con valentía y decisión.
Quiero pensar que todos aquellas personas con las que trabajo y yo misma, quieren convertirse en una de esas personas que convierte sus ideas en cosas tangibles, reales. En realidades conectadas con las personas, y no me refiero a la conexión Ethernet ni el 5G.
Me refiero a conectar a nivel emocional, y creo que eso a día de hoy, sólo se logra a través de un ejercicio de honestidad, transparencia y vulnerabilidad. Lo que más conecta a dáa de hoy de manera sostenible, duradera y real, son las historias humanas con sus éxitos y sus fallos, con sus anécdotas, con sus porqués, con sus razones para existir. Si quieres diseñar ordenadores no pretendas ir de cara contra Apple, o enfrentarte a Zara ... de hecho, porqué enfrentarse.
Conectar a nivel emocional se logra a través de un ejercicio de honestidad, transparencia y vulnerabilidad. Son las historias con cierta humanidad, con las que podemos empatizar.
Las buenas ideas no pueden compararse con nada. Son originales, extrañas. No se adaptan a lo que ya existe sino que nos desafían, crean su propio lenguaje y no pretenden gustar a todo el mundo. Y sí, tienen más riesgo a no ser aceptadas, a tener un público menos extenso, pero os digo, que conectan de verdad, y atraen a un público que no solo lo apoyará sino que la respaldara y ayudará a crecer.
Probablemente has estado todo este tiempo manteniendo tu idea latente gracias a tu instinto, solo has de creer en ese ALGO que nadie más puede ofrecer, y darle vida. No tener miedo a no tener X likes o a no parecerse a lo que está en esa NORMA (porque maldito algoritmo, en serio), que esto ya es como si te hicieran el vacío en el aula en el cole. Pon tú los limites, y mídete por tu propio progreso y valores.
Pon tú los limites, y mídete por tu propio progreso y valores.
Las buenas ideas tampoco necesitan de grandes presupuestos ni planes de negocio enrevesados, sino de personas que crean en su esencia y que tengan muy claro porque emprenden y deciden ser diferentes.
Son eso, grandes ideas nacen en la ducha, corriendo, con el café de la mañana. Lo único que has de hacer es saber escucharte a ti mismo, para poder captarlas y para poder verbalizar y expresar la razón que hará mover todo.
Qué cambio quieres suponer, y porque quieres ser esa mota de color en la marea gris. Yo no digo que esté mal sacar algo que se parezca al resto, o que siga puramente tendencias etc. Digo que es mucho más difícil hacerse ver en un mar con miles de millones de peces de esa manera. Sin embargo, si coges un poco de agua y haces renacer un pequeño charco donde crear otro escenario, tu propio universo, crearás un punto nuevo de referencia.
Y aquí, es donde primero insisto siempre en trabajar la parte de autocrecimiento en términos de marca. Necesito que te enamores de tu idea. Esa idea rara, una idea que desafía todo, pero que nos da energía. Porque si sabemos que somos fieles a ese porqué, a nuestros valores y a nuestra historia, ya no dudamos de si lo hacemos bien o mal, de si tenemos más o menos éxito que el resto, sino que nos movemos de manera paralela, enfocados en algo propio.
Y te animo a ser valiente, a no dudar, a no compararte negativamente, sino a ver al resto como referentes de inspiración pero por sus conceptos y trayecto no meramente por resultados y fachadas.
En resumidas cuentas, intentar destacar en un mundo reglado por la masificación va de saltarse las reglas y de tener coraje, atrevido. Va de defender nuestras ideas sin caer en las trampas de lo bueno / bonito / barato de saber valorarse.
Va de tener nuestros principios fijados, de poner nuestros límites, de apreciarnos y transmitirlo.
Y me quedo con una frase de un libro que leí recientemente:
Be so remarkable people don’t need to SAVE your posts to remember you neither your purpose.
En el siguiente post, os hablaré de la saturación a la que estamos sometidos a día de hoy, de como generar valor, aprender a observar de manera diferente la realidad para extraer sabiduría, lecciones y referentes, no envidia e inseguridad hacia nuestro propio proyecto.
EN EL SIGUIENTE POST
7 de Junio - La saturación y la búsqueda de la conexión emocional
- SUSCRÍBETE PARA NO PERDÉRTELO -
EN LA NUEVA SECCIÓN
IdeasONearth
Primera invitada a IdeasONearth, Anna Alfaro.
Disponible ya en el Blog desde el 31 de Mayo.